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PARKINSON

PÁRKINSON

El Párkinson, al igual que el Alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa producida por la pérdida progresiva de neuronas en la sustancia negra cerebral.

Generalmente, el Párkinson se reconoce por un trastorno del movimiento, pero éste no es el único síntoma, sino que también provoca alternaciones cognitivas, emocionales y funcionales. Por el momento, al igual que el Alzheimer, no tiene curación solo algunos tratamientos que pueden frenar levemente dicha perdida.

ALZHEIMER O DEMENCIA SENIL

Otra enfermedad crónica y común en personas mayores es el Alzheimer o también conocido como Demencia Senil y es una de las más temidas por el circulo más cercano a los pacientes con esta patologia, ya que supone una perdida progresiva de la memoria y sus habilidades mentales; y por el momento no tiene curación solo algunos tratamientos que pueden frenar levemente dicha perdida.
La causa principal es el envejecimiento del cerebro que provoca que las células nerviosas se vayan debilitando y atrofiando algunas zonas del cerebro.

DESNUTRICION

Seguimos informando de las patologías mas comunes entre las personas mayores, hoy escribimos sobre la desnutrición.

Desnutrición

Las personas mayores tienen tendencia a perder el apetito, por lo que su ingesta de proteínas y vitaminas disminuye, pudiendo llegar a provocarles desnutrición.

Este problema puede derivar en otros como deshidratación, anemia o gastritis atrófica, entre otras.

Para evitarlo, es crucial que se desarrollen unos hábitos de alimentación en personas mayores así como el seguimiento de una dieta equilibrada que le garanticen el consumo de todos los minerales y vitaminas que necesita para estar sano. En algunos casos, el especialista recomienda recurrir a algunos complementos alimenticios para paliar este déficit.

ARTROSIS

Hoy vamos a dedicar nuestro espacio a conocer un poco más que es y sus patologías.

¿Qué es la artrosis?

La artrosis, conocida también por otros nombres como enfermedad articular degenerativa u osteoartritis, es el resultado de un desequilibrio en la homeostasis o correcto funcionamiento del condrocito, la célula principal presente en las articulaciones.

¿En qué medida afecta a las personas mayores?

La artrosis es la enfermedad crónica más común entre los ancianos, el proceso osteoarticular más frecuente y la primera causa de dolor crónico y discapacidad en este grupo de edad. Esta patología es  más frecuente en mujeres que en hombres.

– ¿Cuáles son los primeros síntomas?

El dolor es el síntoma principal, aunque no siempre está presente (a veces se ve una afectación de la articulación en su radiografía que no tiene traducción sintomática, o en la que ésta es mínima). Es un dolor de tipo mecánico (asociado al movimiento) que con frecuencia disminuye con el ejercicio y reaparece con la actividad prolongada, mejorando con el reposo. El dolor en reposo es raro y se relaciona con etapas tardías de la enfermedad o con brotes inflamatorios. Tiene además un componente emocional muy importante en el que situaciones como la ansiedad, la depresión y el aislamiento social -factores muy prevalentes en el paciente mayor- pueden influir en la percepción del mismo.

Otros síntomas que acompañan a la artrosis son la rigidez, la limitación de la movilidad, la crepitación (ese crujir que se acompaña al movimiento y que percibe cualquier persona que pose su mano sobre la articulación artrósica) y grados variables de inflamación local o derrame.

– ¿Qué tratamientos básicos existen al respecto? 

Desgraciadamente, en la artrosis no podemos hablar de tratamiento curativo, por lo que es importante explicar al paciente la naturaleza de la enfermedad, que comprenda que puede estar condicionada por factores de riesgo no modificables y que la sobrecarga mecánica de la articulación favorece la progresión de la misma.

Existen tratamientos farmacológicos que han demostrado ser eficaces en el control de síntomas, principalmente el dolor, basados en la administración de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y la inyección intraarticular de corticoides.

– ¿Qué tipo de recomendaciones indican para evitarlas o mejorar el estado de la misma de forma natural?

Dentro de las actividades preventivas destacaríamos sobre todo la importancia del ejercicio físico aeróbico y la educación respecto al mantenimiento de una correcta “higiene postural”, es decir, una buena posición del cuerpo al estar sentados o de pie, al caminar o al levantar objetos desde el suelo.

Una medida sobre la que también es importante incidir es la pérdida de peso, sobre todo en lo que se refiere a las articulaciones que soportan todo el peso corporal (miembros inferiores y columna). Un menor peso implica un menor sufrimiento articular, mayor agilidad y facilidad de movimientos. Un correcto calzado que facilite una distribución de cargas simétrica a nivel de ambas extremidades también es muy importante.

 

PIE DIABETICO

En Cuidaex recopilamos la mayor información y formación para la mejora de nuestros servicios, hoy nos vamos a interesar por el PIE DIABETICO

El pie diabético, según el Consenso Internacional sobre Pie Diabético, es una infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos relacionados con alteraciones neurológicas y distintos grados de enfermedad vascular periférica en las extremidades inferiores que afecta a pacientes con diabetes mellitus que no ha sido o no está siendo correctamente tratada. Por tanto, no debe ocurrir a efectos generales en pacientes cuya diabetes esté siendo controlada adecuadamente dentro de una relativa normalidad. La amputaciòn de la extremidad inferior del afectado es reconocida como un elemento importante en el padecimiento y también está vinculada a la inestabilidad postural en personas de edad avanzada con diabetes.
Abordaje
La alta incidencia de la diabetes, considerada por muchos como la auténtica epidemia del siglo XXI, exige que las autoridades sanitarias centren sus esfuerzos en combatir esta enfermedad y tratar precozmente todas las complicaciones derivadas de ella, incluyendo por supuesto al pie diabético. Sin duda, un enfoque multidisciplinar, que incluya la participación de diferentes profesionales del ámbito sanitario, es con toda probabilidad la mejor forma de detectar y atajar a tiempo estas complicaciones y evitar que se produzcan.
En la primera valoración de una lesión en el pie de un diabético se debe realizar una valoración de la circulación arterial pues en caso de que ésta esté afectada se debe intentar la revascularización lo antes posible. A continuación y en el mismo momento, es imprescindible valorar la situación clínica del paciente y detectar cuantos padecimientos o circunstancias coinciden y pueden ser coadyuvantes para una mala evolución de las lesiones, y por último, el cuidado local, que no puede separarse de lo anterior, pues un cuidado esmerado de la lesión no tendrá ningún resultado mientras no consigamos corregir cuantas circunstancias intervengan en el caso.

Determinación del grado de riesgo en las lesiones del pie diabético
El interés básico de disponer de una clasificación clínica de los estadios en que cursa el Pie Diabético responde a la conveniencia de articular los protocolos terapéuticos adecuados a la necesidad de establecer su valor predictivo en cuanto a la cicatrización de la úlcera. La clasificación de Wagner (Meggitt/Wagner), valora 3 parámetros: la profundidad de la úlcera, el grado de infección y el grado de necrosis

 Grado 0: No hay lesión, Pie de riesgo.
 Grado 1: Úlcera superficial que compromete todo el espesor de la piel pero no tejidos subyacentes.
 Grado 2: Úlcera profunda, penetrando hasta ligamentos y músculos pero no compromete el hueso o la formación de abscesos.
 Grado 3: Úlcera profunda con celulitis o formación de abscesos, casi siempre con osteomielitis.
 Grado 4: Gangrena localizada.
 Grado 5: Gangrena de todo el pie.

Prevención
La prevención de úlceras es básica para un paciente con diabetes, ya que de ésta depende el evitar futuras complicaciones; para ello se deben de llevar ciertas medidas y evaluaciones como lo son:
 1.- Inspección del estado de la piel y de las uñas (hiperqueratosis, maceraciones, paranoquia, uñas fúngicas).
 2.- Exploración de la sensibilidad mediante mono-filamento.
 3.- Exploración de signos y síntomas de neuropatía autonómica (sequedad, menos sudoración) y motora (debilidad y atrofias musculares) que origina «dedos en garra» y ausencia de reflejos tendinosos.
 4.- Exploración vascular mediante el índice tobillo-braquial, palpación de pulsos, temperatura. Síntomas de arteriopatía.
 5.- Valoración de deformidades del pie y puntos de hiperpresión (dedos en garra o martillo, hallux valgus, cabeza metatarsianas prominentes, pie charcot.
 6.- Recomendar al paciente que limite el uso directo de talco a la piel del pie, ya que éste ocasiona mayor sequedad.
 7.- Utilizar humectantes en crema o aceites, como vaselinas o aceite de almendras, para mantener una buena hidratación y evitar grietas.
También es importante que el personal de salud capacite a los pacientes sobre las acciones de autocuidado, tales como la revisión frecuente del pie, pliegues interdigitales y el uso de un calzado adecuado.

FERIA DE LOS MAYORES 2018

Del 8 al 11 de Marzo Cuidaex ha estado en la Feria de los Mayores 2018 compartiendo con ellos unos ratitos inolvidables. Desde Cuidaex damos las gracias a todos y cada uno de ellos hacéis que esto sea más facil.

 

 

 

CONSTRUIMOS PILARES DE BIENESTAR

Porque hay veces que para la familia es imposible organizarlo y es una preocupación constante, no solo ofrecemos cuidados a domicilio o hospitalarios, somos una empresa que respalda a la familia en el caso de que la persona que cuida al dependiente, no pueda acudir, dando también servicios puntuales como acompañamiento,gestiones, transporte, material geriátrico y otro tipo de peticiones que cualquier persona dependiente pueda llegar a necesitar.
Porque a veces un par de manos no son suficientes

LA MUSICA COMO TERAPIA

Pasar mucho tiempo sentado envejece
Varios estudios científicos han demostrado que existe una relación entre la actividad física y la duración de la vida

Las personas que pasan mucho tiempo sentadas, por ejemplo diez horas diarias, ven acortados sus telómeros, y por tanto su vida. Para hacer esta afirmación, los científicos estudiaron previamente a aquellas mujeres que no cumplían la recomendación médica de hacer 30 minutos diarios de actividad física cada día y también encontraron que sus telómeros eran más cortos.

Este acortamiento se correspondía más o menos, y según sus cálculos, con una apariencia ocho años mayor que los que llevaban una vida más activa. Unos años que, según el estudio, no aparentaban aquellos que cumplían con la máxima de pasar menos tiempo sentados y moverse 30 minutos cada día.